| La Denominación de Origen Calificada (D.O.Ca.) Rioja es la única en España que posee este rango, lo que constituye un valor añadido en cuanto a origen, calidad, y distribución del vino. Su zona de producción engloba tres subzonas, Rioja Alta, Rioja Baja y Rioja Alavesa dentro de las comunidades de Castilla y León, La Rioja, Navarra y País Vasco. Los vinos de Rioja son frescos, aromáticos, de composición equilibrada y excelente buqué. |
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Las siete variedades de uva actualmente autorizadas por el Reglamento de la Denominación de Origen Calificada Rioja son:
Tintas
Autorizadas: Tempranillo, Garnacha, Mazuelo, Graciano.
Blancas
Autorizadas: Viura, Malvasía de Rioja, Garnacha blanca.
Tintas
Autorizadas: Tempranillo, Garnacha, Mazuelo, Graciano.
Blancas
Autorizadas: Viura, Malvasía de Rioja, Garnacha blanca.
La zona disfruta de la confluencia de dos climas tan opuestos como el atlántico y mediterráneo, que proporcionan temperaturas suaves y precipitaciones anuales algo superiores a los 400 l/m2, condiciones muy idóneas para el desarrollo de la vid.
Tres subzonas con características vitivinícolas diferentes: en Rioja Alavesa predominan la influencia del clima atlántico y los suelos arcillo calcáreos situados en terrazas y pequeñas parcelas; en Rioja Alta también predomina el clima atlántico, mientras que sus suelos se reparten entre los arcillo-calcáreos, arcillo-ferrosos y aluviales; la Rioja Baja posee un clima más seco y cálido debido a la influencia mediterránea, predominando en ella los suelos aluviales y arcillo-ferrosos.
La Denominación posee una diversidad de suelos así como de microclimas (orientación del viñedo, protección de los vientos, etc.), que otorgan a los vinos unas peculiaridades únicas y permiten, en función de las variedades y técnicas de cultivo aplicadas, elaborar un amplio abanico de vinos con personalidad diferenciada en el marco de una identidad común perfectamente reconocible.
Tres subzonas con características vitivinícolas diferentes: en Rioja Alavesa predominan la influencia del clima atlántico y los suelos arcillo calcáreos situados en terrazas y pequeñas parcelas; en Rioja Alta también predomina el clima atlántico, mientras que sus suelos se reparten entre los arcillo-calcáreos, arcillo-ferrosos y aluviales; la Rioja Baja posee un clima más seco y cálido debido a la influencia mediterránea, predominando en ella los suelos aluviales y arcillo-ferrosos.
La Denominación posee una diversidad de suelos así como de microclimas (orientación del viñedo, protección de los vientos, etc.), que otorgan a los vinos unas peculiaridades únicas y permiten, en función de las variedades y técnicas de cultivo aplicadas, elaborar un amplio abanico de vinos con personalidad diferenciada en el marco de una identidad común perfectamente reconocible.